LA CASA QUE CANTA

Es quizá un tanto irónico proclamar este maravilloso título utilizado por la fotógrafa mexicana Mariana Yampolsky para mostrar las tradiciones constructivas y particularidades de las viviendas indígenas o campesinas o populares de México. En aquel momento tal vez fue una advertencia buscando reconocimiento y preservación. Sin embargo actualmente, permite utilizar ese filtro de observación con el fin de profundizar e ir un poco más allá de los aspectos técnicos, económicos y sociales que puntualizó el presidente López Obrador sobre el otorgamiento de créditos directos a los usuarios con el supuesto de evitar acciones de corrupción.

A diferencia de tantos países, incluso latinoamericanos, la vivienda mexicana hasta hace muy pocos años ha sido un representante de identidad, de pertenencia dentro de ese micro espacio social que es la familia. Igualmente, como lo advierte Alejandro García García, la vivienda se ostenta también como una prolongación de las relaciones humanas, un vinculo con la sociedad donde se ubica.  Asegurarse un espacio propio, es decir, la necesidad de posesión y autonomía de esa célula llamada casa, está genéticamente anclada en el ser humano y es una puntualización innegable de su propia capacidad organizativa.  La vivienda es el territorio personal, la célula familiar desde donde emana su comunicación hacia una supervivencia social y colectiva A través de la arquitectura este espacio es creado por medio de procesos constructivos que de la misma forma edifican identidad individual y comunitaria.

La riqueza cultural de la arquitectura mexicana y su capacidad para reconocer sus parámetros  tanto urbanos come del medio ambiento natural fomentan en cada casa una noción particular de tiempo y espacio donde conviven, hombres,  mujeres,  adultos y niños, con el convencimiento de confiar en ese espacio la vida familiar y colectiva. Esto mismo, es una tarea de gran responsabilidad. De que manera dotar a los mexicanos contemporáneos, en el campo o en las ciudades, de posturas que permitan un desarrollo saludable en lo individual y lo colectivo en lo urbano y en lo rural?

Las materias de estudio que se han desarrollado por años para poder ofrecer a México soluciones de vivienda para los mexicanos no debe permitirse carecer de estudios y análisis que vayan de acuerdo con las urgentes necesidades y componentes actuales como lo son el cuidado al medio ambiente, la selección de sitios adecuados para la edificación de viviendas o el mantenimiento del tejido social por comentar algunos. Basta recordar los acuerdos de la Naciones Unidas ONU HABITAT III

La ciudad contemporánea se ha convertido en el centro impulsor de la supervivencia de la sociedad y por lo tanto recibe la mayor cantidad de ofertas de vivienda para los mexicanos mientras el campo, más retraído, busca conservar un equilibrio que le permita no desaparecer o quedar en rezgo como una alternativa habitacional en el siglo XXI

Por supuesto como lo comenta Bazant ,en los procesos auto constructivos de bajos ingresos, existe una correlación directa entre la familia y el esfuerzo personal de cada miembro para construirla. Un ritual de supervivencia física y filosofica. No obstante, esto no significa que debe asumirse este concepto para resolver la situación de vivienda a nivel nacional, al contrario, es una partícula que de hecho está incorporada desde — muchos años en los temas sociales de vivienda de bajos recursos en México a través de varias instituciones y por razones culturales no debe abandonarse. Sin embargo, los esfuerzos institucionales que permiten que se cumplan fielmente las leyes mexicanas sobre territorialidad, planeación urbana y construcción además de las tendencias por crear ciudades compactas sostenibles y armónicas con el medio ambientes deberan fortalecer los programas de producción de vivienda en México

La casa que canta de Mariana Yampolski vista desde el momento actual, se escucha  como un grito desesperado y valdría la pena no olvidar ese concepto de identidad en las ciudades contemporáneas sin intentar reproducir artificialmente la vivienda vernácula o popular. Esta distinción pudiera servir para esclarecer el significado del concepto vivienda para nuestra cultura Mexicana que el día de hoy es ciertamente una cultura cada vez mas urbana y contrastante, así como de la necesidad de salvaguarda del micro espacio social y cultural que requiere nuestra sociedad como  parte esencial de su cultura, su única salida. Me refiero a la familia.

De la vivienda artesanal a la vivienda industrial es un contexto  contrastante y con graves peligros medio ambientales y sociales. Por consiguiente, sin importar su ubicación, tamaño o costo, para los mexicanos su casa es siempre la casa que canta.

 

Mariana Yampolsky fotógrafa naturalizada mexicana en 1958 nació en Chicago en 1925 en su obra se reconoce la diversidad cultural de México
ARQ. ÓSCAR EDUARDO MARTÍNEZ
Diseñador y restaurador De edificios además de investigador en arquitectura
Via Aremula 214 col. Fuentes del Valle
San Pedro Garza Garcia
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